LA BUENA COMUNICACIÓN


La buena comunicación envuelve en sí diferentes aspectos. 

Por un lado, la necesidad de expresarse y ser escuchado de manera activa por un individuo o grupo. Para ello, suelen buscarse espacios los cuales nos trasmitan confianza y seguridad con personas que muestren un interés real por escucharnos, comprendernos y ayudarnos si es preciso. A todo nos gusta sentirnos cómodos y comprendidos cuando nuestro cuerpo necesita expresarse.
Por otro lado, debemos permitir que la comunicación se fluida, en la cual permitamos hablar y escuchar. Respetando diferentes opiniones y visiones sobre los aspectos que se hablen. Sí surge la necesidad de expresarse, también debemos ser conscientes de la importancia de escuchar de manera activa y receptiva donde respetemos las diferentes opiniones y sepamos canalizarlas sin sentirnos juzgados y sin juzgar. Siendo conscientes de que todas las opiniones son válidas y de que la verdad absoluta y única en muchos casos no existe.  Será así, cuando seamos capaces de expresar y recibir cuando realmente exista una correcta comunicación y de calidad. 

Con todo esto, debemos cuidar también nuestra comunicación no verbal. Es decir, la gestual y corporal. Para que las anteriores situaciones puedan darse con éxito debemos de cuidar nuestros gestos al comunicarnos y al escucha, mostrando con ellos también que nuestra expresión es de confianza y que nuestra escucha es de confianza y activa. 


Llevando estas situaciones comunicativas al ámbito escolar, entre trabajadores, profesores, familias y alumnos, veo imprescindible que la comunicación sea plena y real fomentando espacios y momentos para ello.

Entre trabajadores y profesores la comunicación debe ser fluida y respetuosa, de manera que nuestro objetivo más claro sea el beneficio del alumno. Fomentando situaciones cómodas en las que todas las partes puedan expresarse con seguridad y las decisiones metodológicas, estratégicas y de actuación sean las más adecuadas posibles. 

Con las familias la comunicación será imprescindible. Para que la educación sea plena y exitosa todos los aspectos que envuelvan al alumno deben de estar en comunicación y coordinación. Siempre respetando el trabajo y la competencia de cada uno pero creando espacios de confianza entre todos.

Entre profesores y alumnos los espacios para la comunicación serán imprescindibles en los que las dos partes se sientan escuchadas y tengan opciones de poder comunicarse con naturalidad. Para ello debemos de fomentar las dos partes. Por un lado la capacidad de expresión y por otra la capacidad de escucha activa creando diferentes estrategias y actividades reales para ello. Además serán necesarios los momentos para la expresión grupal e individual.

Con la idea anterior conseguiremos trasmitir y fomentar la comunicación entre alumnos haciéndoles consientes de la importancia de la expresión y de la escucha activa como del respeto hacia los demás. Haciéndoles conscientes de la importancia de respetar las diferentes opiniones y de no tener la necesidad de imponer ideas o pensamientos.

En conclusión, si todos estos aspectos son trabajados desde los primeros años de nuestras vidas en el ámbito familiar y escolar, todas esas cosas serán transferibles a todos los ámbitos de la vida en la que seremos seres capaces de expresarnos, comunicarnos  puesto que mi experiencia personal me ha hecho ver que son habilidades que no todo el mundo tiene trabajadas y que pueden ser un gran hándicap a la hora de desarrollarnos como personas en una sociedad cada vez más cosmopolita.

Un saludo.

Celia.

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